Para
el cumpleaños de Francisco pusimos el sillón floreado de tres cuerpos en la
cocina. Cuando los invitados jugaban en el living, Paula y yo nos sentamos en
la cocina a tomar una cerveza. Ella se comió un pancho con aderezos y yo me
comí un pan de pancho con aderezos.Ahora empezamos a tirar las camperas y las
mochilas sobre este sillón cada vez que entramos de la calle. El otro día una
amiga entró y dijo ¿un sillón en la cocina? Los almohadones están desinflados,
pero es el único sillón que la gata no rasguña.
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